Los amores de verano son intensos, explosivos, arrolladores. Parecen marcar una bisagra en nuestras vidas, como si hubiera un antes y un después. Al volver del lugar de veraneo y con el paso del tiempo, averiguamos que también suelen ser fugaces. Quien los ha vivido sabe de lo que uno habla. Lástima que con los años ahora me toca consolar en lugar de padecerlos.
Archivo de Ecosofia (2006-2017)
Hace 3 años
pobre naná se enamoró de una san bernardita pulposa y debió despedirse...? cuanta crueldad por ese bichitodedió!!
ResponderEliminarEeepa! Que esta insinuando usted ???? Mi perra no es lesbiana; es bien hembrita, católica apostólica romana y del pro
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