sábado, 31 de octubre de 2009

Cercos invisibles


Parte del adiestramiento de un elefante de circo consiste en atarle una pata a una estaca clavada en el piso, cuando este es todavía muy pequeño dado que carece de la fuerza necesaria como para soltarse. Ya de grande, aunque su fuerza le permita liberarse rápidamente, el recuerdo de aquello que no podía lo mantiene atado en ese lugar.


Me sorprende ver a mi perra detenida frente a una madera que con su hocico podría tumbar, simplemente porque se acostumbro de cachorra que cuando ese pedazo de madera estaba colocado ella no podía pasar.


Sentado en mi auto, detenido frente al semaforo pienso en lo zonzos que se ven los animales frente a obstaculos completamente eludibles. Es en ese momento en el que me doy cuenta que estoy detenido ante una luz roja que me indica no seguir. Observo a mi alrededor y nuestros cercos invisibles comienzan a mostrarse. El hombre sentado en el restaurant no eructa en público porque es de mala educación; la propaganda de un político me recuerda que estamos obligados a votarlos aunque piense que son todos chorros; el hombre que discute con el taxista no lo matará porque así lo indica un mandamiento; etc, etc, etc.
Se nota que a uno entre la educación, la política , los medios de comunicación, la religion, la sociedad, etc; no nos ataron una pata, nos ataron el cerebro.


1 comentario:

  1. por suerte me estoy soltando de a poco de ese tipo de mierdas. Ya eructo como camionero en cualquier lado, me saco los mocos mientras manejo o laburo en la pc, me tiro pedos delante de cualquiera, y me rasco tetas/culo publicamente sin ningun pudor.
    ^^

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