miércoles, 29 de julio de 2009

Sopa de letras


Menuda tarea resulta elegirle el nombre a su mascota. El abanico de nombres nos lleva desde los archicomunes como Negra (¿debo aclarar cuál es el color de la perra?), Michu o Manuelita (¿debo hacerlo con las especies?) a los exóticos como Towanda (por el film “Tomates Verdes Fritos”). Si bien hay algunos autores que recomiendan los nombres cortos, inclusive algunos con una sola vocal; lo cierto es que a un único nombre le corresponderán por lo menos diez apodos. Entonces nos olvidaremos del nombre y los llamaremos a través de ellos…..salvo cuando se enojen, o sea "Naná" es llamada el 100% del tiempo como "Naná".
De todas formas no es recomendable usar un nombre largo o difícil de pronunciar, como ponerle “Clitemnestra” a una gata, atento a que uno podría vivir la siguiente situación:
La gata va paseando por encima de un estante y se acerca al carísimo jarrón que le habían regalado a su abuela para el casamiento. Uno intuye un peligro inminente y decide llamarla:
1) Primero uno trata de acordarse como carajo se llamaba….¿Critterman? ¿Clastermuestra? ¿Cretinademierda?....Ah! sí, era: Clitemnestra!, entonces la llama cuando la gata ya se froto al jarrón y este comenzó a bailotear.
2) ¡ Cli…el jarrón se preapara para un salto mortal al vacío.
3) tem….un giro en el aire y caída vertical.
4) nes....¿es un ave? ¿es un avión?....¡No, es un jarrón!
5) tra !...chau recuerdo del casamiento de la abuela.

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